Desde que era pequeña, el diseño ha sido mi vocación. Recuerdo cómo me ponía a crear mis propias prendas y complementos en cuanto tenía la oportunidad… Esta pasión fue la que me llevó a estudiar Diseño de Moda en la Universidad Politécnica de Madrid. Tuve la suerte de realizar mis prácticas con el reconocido diseñador Juanjo Oliva y, más adelante, trabajé dos años en la firma de Javier Larraínzar.
En mi etapa de estudiante comencé a coordinar desfiles y eventos en Ciudad Real de la mano de Pasarela Madrid Real. En estos desfiles también hacía de estilista. Aquí colaboré con grandes diseñadores como Rosa Clará y marcas como Mercedes Benz. También participé en eventos como el I Congreso Nacional de Turismo Cinegético y en dos ediciones de Fenavin, además de las Jornadas de Moda Inclusiva que inauguramos en el 2021 y que hacemos anualmente desde entonces. Toda esta experiencia me ayudó a dar el salto y a sumarme al proyecto de Quémono.
En Quémono, hacemos ropa de calidad para los más pequeños, fabricada con cariño aquí, en Madrid. Lo que más disfruto es acompañar a nuestros clientes en cada paso del proceso creativo, desde la idea inicial de un vestido hasta verlo hecho realidad en manos de quienes lo van a utilizar. Trabajar directamente con los clientes nos permite entender sus necesidades y crear piezas únicas capaces de contar historias.
Cada día en Quémono supone un reto a la hora de crear nuevas prendas y ajustar procesos para darle a los clientes el mejor servicio, pero también es una oportunidad para disfrutar con los niños y ayudar a los clientes en días tan especiales.
