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La situación que estamos viviendo ahora mismo es difícil para todos, aunque cada uno tiene unas circunstancias particulares. Para los padres es difícil porque se plantea la doble gestión de sus angustias, el autocuidado, con el cuidado y la gestión de las posibles angustias de  sus hijos. Por eso es importante comprender cómo gestionar las emociones de nuestros hijos durante el confinamiento. Pensando en ayudaros en estos momentos tan difíciles, hacemos este post con algunos consejos, que esperamos os sirvan, sobre la forma de ayudar a nuestros hijos tanto en el tiempo en que pueda durar el confinamiento, ya que todavía no sabemos cuándo acabara, como a la hora de ir saliendo al mundo.

Establecer un espacio de diálogo con tus hijos para gestionar sus emociones negativas

Lo primero, y lo más importante, es generar un espacio de diálogo con tus hijos. Hablar con ellos, con claridad, sobre lo que está ocurriendo. Ir contándoles los cambios que vayan sucediendo, de forma que ellos puedan entenderlos. Es probable que a estas alturas ya entiendan que es el coronavirus, y por qué están en casa, pero ahora que muchos de ellos pueden empezar a salir a la calle, es importante explicarles cuales son las normas que deben cumplir, y cuáles son las razones para que esas normas existan. Cuando hables con ellos sobre todas estas cosas, es importante que les des un  espacio para que ellos te pregunten a ti sus dudas , que puedan expresarte sin miedo todas sus preguntas. Tal vez tú puedas animarles a hacértelas planteándoselo directamente.

Hacer que tus hijos se sientan comprendidos en su incertidumbre

 

Hablar con tus hijos pequeños, ayudará a que aprendan a gestionar sus emociones desde pronto. En la imagen vemos a un niño de pie en el pasillo de casa con uno de sus progenitores.

Si te hacen preguntas a las que no tienes respuesta, como  “¿Cuándo volveré a ver a mis amigos?”  o  “¿podremos ir a casa de los abuelos pronto?”  responde con sinceridad, reconociendo que tú tampoco lo sabes con seguridad. Este tipo de preguntas pueden darte pie a conversaciones sobre qué cosas echa más de menos, qué cosas le cuestan más durante la cuarentena, etc. A menudo tus hijos no tendrán las palabras para expresar todo lo que sienten, pero tú se las puedes dar. Ayúdales a nombrar su miedo, su tristeza, su enfado, sin negarles la oportunidad de expresarlo.  Es importante que expresen lo que sienten, de la forma que cada uno de ellos tenga, por eso, si lloran, o se enfadan, no les digas que dejen de llorar, o que no se enfaden, si no acompáñales y ayúdales a  entender sus sentimientos .

 

Reconocer que tú también sientes muchas de esas cosas puede ayudar a que tus hijos se sientan más comprendidos, a que entiendan mejor sus emociones, e incluso a hacerles sentir más seguros. Es probable que ellos ya noten cómo te sientes tú, por eso, hablarlo con ellos puede ser muy positivo.

Aunque la experiencia es diferente con hijos adolescentes que con hijos más pequeños, procura crear este espacio de diálogo, de la forma más adaptada a su edad posible, en ambos casos.

 

Establecer horarios para tus hijos durante el confinamiento para reducir las emociones dañinas

Al igual que para nosotros, es importante para los niños tener un  horario , esto nos ayudará a gestionar las emociones de tus hijos durante el confinamiento. Intenta meter en ese horario un rato de juego, o de espacio para estar en familia.

Los niños necesitan jugar, y necesitan sentirse en contacto. Aunque los adolescentes pueden resistirse más a esto, podéis buscar juegos de mesa, u otras actividades que os gusten a todos. Es probable que ahora mismo los niños y adolescentes estén pasando más tiempo con pantallas de lo habitual. Párate y plantéate cómo adaptar tus normas habituales al respecto a esta situación. Lo que decidas, estará bien, ya que es una situación difícil, en la que muchas de las actividades habituales que tus hijos realizan son imposibles, tienes tu propio trabajo, y no puedes gestionarlo de la forma en la que habitualmente lo haces. Pero es importante que le dediques un rato a pensarlo, y que establezcas unas normas al respecto que compartas con tus hijos.

 

Jugar a juegos de mesa en familia es una buena forma de gestionar la ansiedad de los niños.

Recuerda que cada niño, al igual que cada adulto, es un mundo. Cada uno de tus hijos puede estar reaccionando de una forma diferente. Intenta entenderlo, y no seas más exigente de la cuenta ni contigo ni con él. Está es una situación muy difícil para todos. Si piensas que tu hijo lo está pasando especialmente mal, o que necesitas ayuda,   no dudes en consultar a un psicólogo.  Ahora mismo, la gran mayoría de psicólogos clínicos mantenemos nuestras consultas online o por teléfono.

Por último, creo que lo más importante es que confiéis en vuestra manera de cuidar. Estáis haciendo todo lo que podéis, desde vuestro amor, y no pasa nada por equivocarse. No existen los padres perfectos, sino padres imperfectos que intentan hacerlo lo mejor posible.

 

 

Hablar con tus hijos pequeños, ayudará a que aprendan a gestionar sus emociones desde pronto. En la imagen vemos a un niño de pie en el pasillo de casa con uno de sus progenitores.

Si te hacen preguntas a las que no tienes respuesta, como  “¿Cuándo volveré a ver a mis amigos?”  o  “¿podremos ir a casa de los abuelos pronto?”  responde con sinceridad, reconociendo que tú tampoco lo sabes con seguridad. Este tipo de preguntas pueden darte pie a conversaciones sobre qué cosas echa más de menos, qué cosas le cuestan más durante la cuarentena, etc. A menudo tus hijos no tendrán las palabras para expresar todo lo que sienten, pero tú se las puedes dar. Ayúdales a nombrar su miedo, su tristeza, su enfado, sin negarles la oportunidad de expresarlo.  Es importante que expresen lo que sienten, de la forma que cada uno de ellos tenga, por eso, si lloran, o se enfadan, no les digas que dejen de llorar, o que no se enfaden, si no acompáñales y ayúdales a  entender sus sentimientos .

 

Reconocer que tú también sientes muchas de esas cosas puede ayudar a que tus hijos se sientan más comprendidos, a que entiendan mejor sus emociones, e incluso a hacerles sentir más seguros. Es probable que ellos ya noten cómo te sientes tú, por eso, hablarlo con ellos puede ser muy positivo.

Aunque la experiencia es diferente con hijos adolescentes que con hijos más pequeños, procura crear este espacio de diálogo, de la forma más adaptada a su edad posible, en ambos casos.

 

Establecer horarios para tus hijos durante el confinamiento para reducir las emociones dañinas

Al igual que para nosotros, es importante para los niños tener un  horario , esto nos ayudará a gestionar las emociones de tus hijos durante el confinamiento. Intenta meter en ese horario un rato de juego, o de espacio para estar en familia.

Los niños necesitan jugar, y necesitan sentirse en contacto. Aunque los adolescentes pueden resistirse más a esto, podéis buscar juegos de mesa, u otras actividades que os gusten a todos. Es probable que ahora mismo los niños y adolescentes estén pasando más tiempo con pantallas de lo habitual. Párate y plantéate cómo adaptar tus normas habituales al respecto a esta situación. Lo que decidas, estará bien, ya que es una situación difícil, en la que muchas de las actividades habituales que tus hijos realizan son imposibles, tienes tu propio trabajo, y no puedes gestionarlo de la forma en la que habitualmente lo haces. Pero es importante que le dediques un rato a pensarlo, y que establezcas unas normas al respecto que compartas con tus hijos.

 

Jugar a juegos de mesa en familia es una buena forma de gestionar la ansiedad de los niños.

Recuerda que cada niño, al igual que cada adulto, es un mundo. Cada uno de tus hijos puede estar reaccionando de una forma diferente. Intenta entenderlo, y no seas más exigente de la cuenta ni contigo ni con él. Está es una situación muy difícil para todos. Si piensas que tu hijo lo está pasando especialmente mal, o que necesitas ayuda,   no dudes en consultar a un psicólogo.  Ahora mismo, la gran mayoría de psicólogos clínicos mantenemos nuestras consultas online o por teléfono.

Por último, creo que lo más importante es que confiéis en vuestra manera de cuidar. Estáis haciendo todo lo que podéis, desde vuestro amor, y no pasa nada por equivocarse. No existen los padres perfectos, sino padres imperfectos que intentan hacerlo lo mejor posible.

 

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Gabriela Sosa

Gabriela Sosa

Soy psicologa sanitaria. Me gusta ayudar a los jóvenes; por eso trabajo con niños y adolescentes en riesgo de exclusión social. Para ayudarles a saber cuáles son sus metas mientras les acompaño en el apasionante camino de la vida.

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