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¿Quieres que te demos algunas ideas para guardar el vestido de comunión?

Os habéis pasado años soñando con el vestido perfecto y con cómo sería su gran día y ya ha pasado. ¡Y cómo lo habéis disfrutado! Tras meses de preparativos toca guardar uno de los vestidos más especiales de la vida de tu pequeña para conservarlo en perfecto estado. ¿No sabes cómo mantenerlo como el primer día? Toma nota de estos cuidados para vestidos de comunión y protégelo para siempre.

Actualización Covid-19:

Por fin empezamos a saber un poco cuándo podremos empezar a salir y lo que esta claro es que la mayor parte de las comuniones se han atrasado para otoño. Por eso, es importante que si ya tienes tu vestido de comunión, lo guardes de manera que esté impoluto para cuando por fin se acerque la fecha.

Las mejores formas para guardar un vestido de comunión

Tras el gran día, lo primero que debemos hacer es llevar el vestido a la tintorería, allí lo dejarán perfectamente libre de manchas  y tan bonitos como el primer día. Retira el plástico en el que te lo devolverán de la tintorería, si no lo haces, es fácil que el plástico, con el tiempo, se quede pegado al vestido y puede dejar manchas.

Envolver el vestido de comunión en papel de seda en una caja es una de las mejores opciones que puedes elegir para conservar el vestido en perfectas condiciones. Eso sí, recuerda que el papel de seda no debe tener color para evitar que, con el tiempo, tiña la prenda.

Si eres de las que guarda la ropa que no utiliza en cajas de plástico, sentimos decirte que no lo estás haciendo bien. Este tipo de cajas de plástico no dejan que la ropa transpire por lo que podemos facilitar que la prenda se estropee. Lo mejor es conseguir alguna caja en la que no entre la luz, pero que transpire. En este sentido,  una caja de cartón es la mejor opción para guardar tu vestido de comunión. Puedes encontrar alguna con algún estampado bonito para que cuando años después abráis la caja, el proceso se convierta en un recuerdo bonito.

Por qué guardar un vestido de comunión doblado

Ahora que ya conoces algunos de los pasos que debes seguir para conservar el vestido de comunión de tu niña. No olvides que, por muy práctico que pueda parecerte; conservarlo colgado en el armario no es una buena idea. Con el tiempo el peso del vestido puede dar de sí las costuras y deformar la prenda. Si la tela es muy delicada, o muy pesada, también es fácil que se abran las costuras de hombros y cintura. Es mejor mantenerlo doblado en una caja protegido de la luz y en un lugar seco. Ten cuidado con no dejarlo en trasteros o sótanos en los que haya humedad, es muy fácil que el vestido se estropee.

En cuanto a las dimensiones, es mejor una caja más alargada, que no sea muy alta, para que el vestido se doble lo menos posible.

como guardar un vestido de comunión de la mejor forma posible

Cómo conservar un vestido de ceremonia

 

Vale, ahora ya tenemos todos los elementos que necesitamos y sabemos dónde vamos a guardar la caja del vestido. Ahora colocaremos papel de seda en el fondo de la caja de cartón para evitar que el tejido toque el fondo de la caja. Si el papel es pequeño, podemos poner dos pliegos de papel formando una cruz.

Empieza doblando la falda y termina con la parte superior para evitar pliegues en la parte del cuerpo. Si la falda tiene mucho vuelo, podemos doblar los lados que sobresalen del cuerpo hacia dentro, para que la falda tenga el mismo ancho que tendrá el cuerpo. Después doblaremos la falda en dos o tres dobleces. Desde la cinturilla hasta el cuello, el vestido debe quedar sin doblar.  Intenta que en general quede lo más liso posible de esta manera podrás mantener el vestido perfectamente conservado.

Después cerramos el papel de seda por arriba, para que el vestido quede cubierto. Por último, colocaremos el cancán en lo alto de la caja, también doblado lo mínimo posible. El cancán se coloca arriba porque la tarlatana con la que se fabrica, al ser rígida, puede perder la forma fácilmente si estando doblada le colocamos por encima algo de peso durante mucho tiempo. A su vez, es una pieza que no pesa mucho y nunca estropeará el vestido.

Por qué guardar un vestido de comunión

Quizás tras estos consejos te has dado cuenta de que conservar un vestido de comunión no solo puede permitirte conservarlo como recuerdo sino que, al saber guardarlo perfectamente, puedes volver a reutilizar el vestido para otras niñas de la familia que deseen hacer la comunión con el mismo vestido de sus primas, hermanas o amigas. En cualquier caso, un vestido de comunión es una de las prendas más especiales que tu pequeña tendrá a lo largo de su vida por lo que conservarla para siempre es una de las mejores decisiones que puedes tomar.

Echa un vistazo a nuestro catálogo de comunión y coge ideas para que nuestros vestidos sean los que el año que viene quieras conservar como oro en paño.

Ana de Quémono!

Ana de Quémono!

Creadora de contenido y contadora de historias. Escribo sobre cosas bonitas, por eso puedes leerme aquí.

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